Resolver lo urgente y concentrar las inversiones en lo importante. Con estas dos premisas EPM y la Alcaldía de Medellín iniciaron los trámites para que el Concejo de Medellín debata el proyecto de enajenación de las acciones que la empresa aún tiene en UNE EPM Telecomunicaciones, correspondientes al 50%+1.
Vale recordar que, en 2014, EPM logró la fusión de UNE, su empresa de telecomunicaciones, hasta entonces 100 % pública, con la multinacional Millicom. El objetivo, fortalecerse y competir mejor en el mercado de la telefonía móvil.
Pero Jorge Andrés Carrillo Cardoso, gerente general de EPM, argumentó tres factores para tramitar ahora esta nueva movida empresarial. “Lo primero es que no tenemos el control en estas inversiones, pese a tener una mayoría mínima en la participación accionaria; lo segundo es que UNE no hace parte de los negocios estratégicos, que son los servicios públicos que operamos en el día a día, y lo tercero es que, pese a que es una inversión segura, dentro de la rentabilidad de nuestras inversiones es inferior a lo que nos rentan otros negocios”. Carrillo añadió que el objetivo es apostarle a negocios con más margen de ganancia y con autonomía para tomar decisiones.
Un poco de historia
El negocio de telecomunicaciones de EPM —telefonía fija, televisión, internet y telefonía móvil bajo la marca Tigo— fue separado de EPM en 2006 y cobró vida por su cuenta bajo la marca UNE, en ese entonces como una empresa por acciones descentralizadas del municipio.
Entre 2013 y 2014, UNE sufrió su cambio más grande. Dejó de ser 100 % de la Alcaldía de Medellín y se concretó la fusión por absorción con la empresa de telefonía móvil Millicom. Fruto de esa negociación, el Municipio recibió $1,4 billones por el 49% de UNE que nutrieron el fondo ‘Medellín, ciudad para la vida’ y que permitieron la inversión en obras de ciudad como el metrocable Picacho y el proyecto urbanístico de Parques del Río.
Ahora la apuesta es que gran parte de los nuevos recursos que se obtendrían sirvan para suplir los costos adicionales del proyecto hidroeléctrico Ituango, que generará el 17% de la energía del país.
Pese a no tener la mayoría accionaria, Millicom quedó con el control operativo y financiero de la empresa porque desembolsó un dinero adicional para que el negocio quedara en esos términos. En el acuerdo de 2014 también entró Emtelco, la empresa de contact center que era de UNE y que hoy funciona bajo el holding de Inversiones Telco.
Lo que falta
Hoy, cuando EPM busca vender la participación accionaria que le queda en UNE, la imposibilidad de tomar decisiones es uno de los argumentos que más pesan. Eso y que el negocio de las comunicaciones es competitivo y, pese a estar regulado, no hay una normatividad de precios al respecto: todo se rige por la oferta y la demanda.
En mayo pasado la Junta Directiva de EPM avaló la intención de vender la participación en UNE. El paso siguiente fue estructurar un proyecto de acuerdo para presentarlo ante el Concejo. La corporación deberá debatirlo y someterlo a votación. Al mismo tiempo, EPM surte una serie de socializaciones con ediles, líderes comunitarios, congresistas y demás públicos de interés para que sea un proceso claro.
En caso de recibir luz verde del Concejo, la empresa tendrá hasta el 31 de diciembre del 2024 para concretar el negocio. Esto, según las disposiciones de la Ley 226 de 1995, que establece el procedimiento a seguir para la enajenación de participaciones del Estado en sociedades públicas.
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