Editorial /
Cuando la gente nos escribe reportando presencia de personas en las calles, jugando, departiendo en la tienda de la esquina o de rumba con equipos de sonido a alto volumen y que se sienten desprotegidos porque la Policía ni se asoma por su sector, uno no sabe qué responder. Muchos preguntan específicamente por el número del Cuadrante de su zona y nosotros procedemos a enviarle la base de datos que tenemos, en la que se encuentran todos los números de celular, pero ya sabemos lo que pasará minutos después: que el celular no será contestado y su preocupación quedará sin resolverse y si al ciudadano le va bien y le contestan, los policías nunca llegarán al lugar. “Hagan algo ustedes que son un medio a ver si vienen, porque no nos aguantamos a estos mariguaneros soplando en la cancha de Las Cuadritas”, decía otro. “Nos cansamos de llamar al Cuadrante varios vecinos”, decía otra persona sobre el partido de fútbol que se jugaba antier en la cancha de Santa Rita. No hay solución por parte de la Policía de Bello al pedido mínimo de todos los ciudadanos que cumplen cabalmente la Cuarentena Nacional: hacer control.
Bello tiene asignados hoy permanentemente 239 policías, que cuando se presentan disputas criminales incrementan a 400 o 500. Contactamos al Capitán Gabriel Alejandro Giraldo, Comandante de la Policía de Bello, para conocer el número de hombres y mujeres de la Institución por estos días y no obtuvimos respuesta. Y aquí nos tendrá que excusar el Alcalde Óscar Andrés Pérez, pero el hecho de que le reporten 550 sancionados por incumplir el decreto presidencial del Aislamiento Preventivo Obligatorio, no quiere decir que la Policía le esté cumpliendo a la ciudad con su labor. “En Bello, la policía está en Cuarentena”, es lo que nos dice la gente y lo decimos nosotros hoy. Tenga presente, Señor alcalde, que, si ellos el año pasado indujeron a la Administración anterior a decir que “no pasaba nada” entre las bandas delincuenciales, a usted también son capaces de decirle esta y otras cuántas mentiras más para que sus puestos de mando sigan intactos, pero en los próximos meses le estén pidiendo a la Secretaria de Gobierno condecoraciones, que irán a la hoja de vida, por “operativos” que ni usted ni la ciudadanía conoció.
Y hasta aquí solo nos hemos referido a la falta de control frente a la Cuarentena Nacional, en la que muchos dicen que “es que no dan abasto”, pero no cuentan que aun cuando hacen rondas en sus motos no ejercen control, solo transitan, como si con la disuasión fuera suficiente. Es cierto que la ciudadanía debe cumplir, por su propia cuenta, con esta medida de aislamiento para que prevenir contagios de la COVID-19, pero cuando eso no sucede la autoridad debe ejercer su misión.
En la ciudad de Medellín hace dos días muchos celebraban que, de los 31 días de marzo en 18 no se habían presentado homicidios, ante lo que algunos argumentaban que la delincuencia estaba “respetando” la Cuarentena. Aquí no, marzo fue más violento que el mismo mes del año pasado, aquí las bandas siguen en disputa, pero para el Brigadier General, Eliécer Camacho, parece que esas vidas perdidas en el conflicto urbano solo fueran registros que suman a los números rojos de la región, no a un conflicto que no cesa y en el que poco ha hecho la Policía. Tan poco hacen en materia de seguridad que las recientes capturas de alias “Faro” y “Jalea”, pertenecientes a la banda delincuencial El Mesa, fueron posibles más porque fueron sorprendidos en la calle, que por una labor de inteligencia que condujera a su detención.
En nuestros recorridos por la ciudad, que se han realizado solo para fines informativos, hemos visto que en un porcentaje superior al 70% los bellanitas cumplen con la medida, entre ellos pareciera que están incluidos los policías de Bello que cumplen “responsablemente” la cuarentena de la pasividad a la que por años han condenado a los bellanitas.
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