Con acciones de diagnóstico, identificación y valoración de las condiciones de un área determinada, se concluyó que las condiciones ambientales, sociales y culturales hacen del Cerro Quitasol, un área estratégica para la conservación por los servicios y los ecosistemas que dependen de este lugar y otras variables que lo hacen fundamental para consolidar espacios y territorios sostenibles en el departamento. Con esto se espera, finalmente, la declaratoria como área protegida.
El Cerro Tutelar de Bello, compartido además con San Pedro de los Milagros y Copacabana, tiene alrededor de 5.390 hectáreas y es considerado un referente ambiental para el Valle de Aburrá. En estos predios viven 7.144 personas, cuenta con 166 especies de aves, 27 especies de mamíferos y 58 especies de plantas.
Cabe resaltar que el 19 de diciembre de 2017, el Cerro Quitasol fue declarado Bosque de Paz, modelo de gestión sostenible de territorios que busca integrar la conservación de la biodiversidad con proyectos productivos, en beneficio de las comunidades organizadas, constituyéndose en monumento vivo de paz y de memoria histórica de la terminación del conflicto.
Para que se logre la declaratoria, y como recta final para dicho momento, hace falta presentar un informe al Instituto Von Humboldt para sus recomendaciones y posteriormente presentar el proyecto de acuerdo ante el Consejo Directivo de Corantioquia.
El trabajo de declaratoria de área protegida ha sido de las administraciones municipales y Corantioquia y el Área Metropolitana, como autoridades ambientales. Sin embargo, es de vital importancia contar con la comunidad para generar sentido de pertenencia y apropiación del espacio para cuidarlo y desarrollar las acciones que, con la declaratoria, requiere el Cerro Quitasol.
La Directora de Corantioquia, Ana Ligia Mora, le expresó al portal Territorios Sostenibles, que el Cerro Quitasol es importante para la región porque “de esta área se proveen servicios ambientales para diferentes municipios del Valle de Aburrá y del norte de Antioquia. Allí encontramos especies de fauna y flora endémicas. También se surten varios acueductos veredales y aún se cuenta en este cerro con elementos que denotan la presencia de comunidades indígenas que, además de poder ser un espacio para el aprendizaje y la cultura, puede considerarse la posibilidad de emprender un proceso de turismo de conservación que genera otras posibilidades desde la educación y la recreación”
Además de la declaratoria como “Bosque de paz”, durante el cuatrienio anterior se avanzó en la siembra de más de 150.000 árboles, estrategia en la que participó la institucionalidad, la empresa privada y la sociedad civil, a través de iniciativas como la Sembratón Quitasol, que con la realización de varias jornadas aportó a darle un respiro a este ecosistema con nuevos individuos arbóreos.
En los próximos meses se conocerán los avances en la gestión que desarrollan las autoridades para lograr la anhelada declaratoria del mayor referente ambiental de los bellanitas.
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