Investigación periodística
Un reporte ciudadano sobre la venta de un proyecto inmobiliario en La Meseta, en el barrio Nazareth, impulsó a El Bellanita a consultar distintas fuentes implicadas en la situación. En este informe compartimos distintas aristas que encontramos.
Lo primero que fue necesario dirimir para este informe es la propiedad y extensión del predio y ahí encontramos lo que siempre ha sido claro: este es un bien privado de 10 hectáreas, que hace un tiempo fue adquirido por unos inversionistas cautivados por su ubicación estratégica. De las diez hectáreas del terreno solo una está habilitada para uso residencial, mientras las demás son para desarrollo institucional, toda vez que allí se ha proyectado la construcción de un parque público. Aunque los bellanitas siempre vimos en pie la casa que se encuentra en medio de una de las pendientes, hemos accedido al espacio sin restricciones. Allí radicaba el reporte del ciudadano, en que en la publicidad que vio en las redes sociales se demarcaba La Meseta completa como el lugar a intervenir, pero el primer cuestionamiento que se debe despejar es que no es posible hacerlo. El 90% del predio no se podrá intervenir.
Consultamos a las líneas comerciales del proyecto Wayra Apartamentos, de la constructora G4 Proyectos inmobiliarios, para conocer su estado y fuimos informados que actualmente la modalidad de comercialización del mismo es la PREVENTA, aspecto clave de esta investigación periodística. Según dos abogados inmobiliarios, consultados por este medio, que pidieron la reserva de su identidad, esta modalidad es más común de lo se cree en Colombia. Muchos constructores y comercializadores acostumbran a “prevender” las viviendas, mientras tramitan los requisitos legales ante las secretarías de Planeación y curadurías urbanas, por eso es preciso descartar la comisión de un delito por parte del proyecto. Wayra Apartamentos puede comercializar las viviendas.
Desde el pasado mes de marzo de 2023, como se los permite la ley, se comercializan las viviendas en el sitio, en un stand en el Centro Comercial Parque Fabricato y a través de las redes sociales, pero otro aspecto clave que surgió en esta investigación es que el proyecto no cuenta con la aprobación por parte de la Secretaría de Planeación. Así nos lo comunicó un funcionario de alto nivel en la Alcaldía de Bello que expresó que “este proyecto no tiene aprobación por parte de la Alcaldía. Este es un bien privado, pero de uso público, que, contrario a la Cancha de Fabricato, sí aparece como Bien de interés y nosotros estamos en esa postura”. La Alcaldía busca preservar el uso actual del lugar.
Teniendo la respuesta oficial, contactamos a Juan Pablo Pérez, Gerente comercial de Gene Promotores, empresa que comercializa el proyecto, y al preguntarle de manera concreta si tenían la aprobación de la Secretaría de Planeación de la ciudad, recibimos un oficio emitido por esta dependencia el 30 de marzo de 2023, en el que el Secretario de ese momento, Alejandro Henao Barrera, emitió una constancia de que el proyecto presentó la documentación requerida, a excepción de la licencia de construcción porque “no se requiere cuando es venta por sistema de preventa”, indica el documento refiriendo la ley que lo permite. (Ver en el documento anexo)
Constancia emitida por la Secretaría de Planeación
Otro de los trámites necesarios para poner en marcha un proyecto inmobiliario es la licencia que otorgan las curadurías urbanas. Buscamos información de este proyecto en la Curaduría Urbana Primera, que orienta el arquitecto Luis Alfonso Carvajal Giraldo. Allí nos informaron que desde el pasado 7 de diciembre la constructora inició los trámites ante esta instancia y actualmente está en proceso de revisión.
De lograr el lleno de los requisitos, que permitan la construcción, tres fuentes consultadas por este medio, que también pidieron la reserva de su identidad, apuntaron entre las afectaciones que debe tener en cuenta la comunidad bellanita se destacan tres: 1. Se perdería la vista desde La Meseta hacia la zona centro de la ciudad, 2. La construcción afectaría los vientos, que son el mayor “capital” del lugar, para elevar cometas. 3. Los practicantes del parapentismo que aterrizan allí no podrían volver a hacerlo. Si se construye, las nueve hectáreas restantes de La Meseta seguirían siendo públicas, pero sus actividades principales se verían comprometidas.
Al preguntarle sobre la situación a Edwin González Agudelo, ciudadano bellanita, integrante de la Mesa Ambiental Bello desde el año 2007, expresó que “es inconcebible y descabellado considerar que en La Meseta se puedan desarrollar proyectos inmobiliarios. Aquel referente orográfico para Bello, donde tantas cometas hemos visto adornar los cielos y desde donde tenemos una gran panorámica de casi toda la zona urbana y parte de la rural. La Meseta o Cerro del Padre Agudelo, como muchos también han conocido este estratégico lugar, ha estado en las netamente, intensiones estatales de concretar un espacio público para la apropiación ciudadana. Documentos públicos, desde 1985 denotan ello, “bien de interés social y de utilidad pública”; así como lo señalado en el actual POT – Plan de Ordenamiento Territorial (Acuerdo municipal 033 de 2009), ZIM-5 (Zona de interés municipal)”. Sería garrafal, antiecológico y anticultural, anti-todo, ver en aquella montaña referente con edificaciones para el uso particular. Es el momento para preguntarle a la actual administración municipal, ¿qué acciones concretas tienen orientadas para potenciar ese “bien de interés social y de utilidad pública”?”
En palabras de los abogados consultados, los ciudadanos que hayan adquirido viviendas en este proyecto tienen sus recursos en la Fiduciaria Alianza y allí están a salvo, al menos hasta que el proyecto logré el punto de equilibrio o el 50% de las ventas, momento en el que la fiducia empezaría a entregar a la constructora los dineros para la construcción, entendiendo, como es normal en estos casos, que ya se cumplió con los requisitos.
El tema ya llegó al Concejo Municipal y será tema de debate en los próximos días. La Alcaldía mantiene su decisión de no aprobar el proyecto, pero la ley faculta a la constructora tanto a “prevender” las viviendas como a continuar con los trámites necesarios para obtener la licencia de construcción.
En conclusión, lo que hoy conocemos como La Meseta podría cambiar en un futuro cercano y esto dependerá, en gran medida, de las decisiones que pasan por la Curaduría, la Alcaldía, que ha mostrado la intención de adquirir el predio, y la decisión de la constructora de persistir en un proyecto al que la ciudadanía bellanita le ha bajado el pulgar.
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