“La Crespa”, artista urbana bellanita, ya perdió la cuenta de cuántos grafitis ha hecho en la ciudad, pero, esta vez, entró a un vagón del Metro a dejar su huella. Lo hizo de manera legal y contratada por el Metro para intervenir los trenes de primera generación de la empresa, porque sus pisos no permitían fijar los adhesivos que fueron instalados en los vagones más nuevos, para indicar en qué posición se deben ubicar los usuarios garantizando el distanciamiento físico y la ocupación del 35% necesarios para frenar la propagación de la COVID-19.
Junto a ella, otros nueve artistas urbanos de la región, que hacen parte de la Mesa de Arte Urbano del Grafiti, convocada desde el año pasado por el sistema, intervendrán con huellas de colores vivos los 114 vagones de los 38 trenes del Metro.
Además de señalizar los trenes de las dos generaciones, el Metro viene desarrollando otras acciones con el propósito de aportar a un correcto uso del sistema, como la señalización de los pisos de acceso a las estaciones, la emisión de mensajes de sensibilización a través del sistema de audio y pantallas, además de una campaña pedagógica sobre autocuidado y corresponsabilidad que acompañan pintorescos personajes.
Para la artista bellanita “es algo significativo permitir que lo que antes se veía como de vándalos, ahora nos estén tomando como artistas, con un pago. Esto puede cambiar la historia del grafiti en la región y puede generar otra conciencia en las personas, respecto a lo que piensan del grafiti y los supuestos vándalos”.
En la última década, Daniela Velásquez, como es su nombre de pila, ha sumado metros y metros de muros y de muchos aerosoles que le han separado un espacio importante en la escena grafitera de la región, tanto que hasta en el Grafitour de la Comuna 13 de Medellín han quedado inmortalizadas sus obras. Todo ese camino lo ha trasegado desde que se dedicaba a hacer actos circenses en los semáforos de la ciudad para ganarse la vida. Después se probó en el maquillaje artístico y en el tattoo, tal vez por eso ve la vida con gran sensibilidad y, al dejar su huella en el Metro, dice desde el alma que “para mí es importante que, en este momento de crisis, la gente que usa este medio de transporte masivo, y que solo puede salir a trabajar, vean estos vagones coloridos. Es una oportunidad de que la gente pueda sentirse diferente al utilizar el Metro o empiece a ver más el arte como salvavidas, como sanador y empiece a untarse de todo esto colorido en medio de la turbulencia que está pasando”.
Las huellas 👣 indican el camino, el lugar donde debemos pararnos. Por eso junto a 10 artistas urbanos👨🏽🎨 que hacen parte de la Mesa de Arte Urbano del Grafiti 🎨 de la ciudad, señalizamos los pisos de los 38 trenes MAN 🚈 con los que iniciamos operación comercial hace 25 años.👇🏽 pic.twitter.com/ctP0lglBx3
— Metro de Medellín (@metrodemedellin) May 4, 2020
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